Cuando se mira atrás y
se ven los miles de parejas que han pasado por este despacho hay
un apartado que da un cierto pudor encontrar un nombre para
llamarlos. Son los apaños.
No se llega a entender
por qué esos siguen juntos. Pero es porque les compensa.
Compensar es una forma de apaño. Los soberbios dirían que esos
no son una pareja o que no vale la pena vivir así, que más les
valdría buscarse otra cosa cada cual por su camino.
Quién puede
constituirse en juez supremo para decir esto cuando a ellos,
conscientes, eso les sirve?
Muchos se reirían de
ellos si supieran sus miserias. O cobardías. Pero entre ellos
tienen una peculiar complicidad que hace que
eso les sirva... Miseria es tambien para muchos la misma vida
humana.